¡Mucho que contar en la edición de hoy! Quédate hasta al final porque abro un debate y me encantaría leerte.
En la entrega de hoy:
Hablamos de los cuerpos y la cultura de la delgadez en la moda.
Empezó el mes de la moda: destacados del NYFW (salseo incluido) y de los september issue.
Lanzamos nueva guía (la primera de muchas, espero) para freelancers en moda.
Existen muchos clichés en la moda que son ciertos y otros que no tanto. La obsesión por la delgadez es, lamentablemente, uno muy real. Lo viví desde mis primeros pasos en Nueva York. Desde comer con decenas de colegas que sobrevivían a base de un puñado de almendras del Whole Foods hasta asistir a briefings creativos con una muy delgada Vera Wang ejercitando sus bíceps con pesas de un kilo en cada mano.
En mi primer trabajo en París, la tradición era llevar pains au chocolat de desayuno para celebrar cualquier ocasión: cumpleaños, despedidas, embarazos, lo que fuera. También era costumbre que casi nadie los comiera. El ritual consistía en picotear un trocito de 2 cm durante todo el día y exhalar con las manos sobre la barriga en un falso gesto de saciedad.
No sorprende. Los estándares de belleza en la industria de la moda nos afectan a todos, y cuando estás adentro, la presión es aún mayor. París, por supuesto, no tiene la mejor reputación en este aspecto. En 2006, la situación en la capital de la moda era tan crítica que se aprobó una ley que prohibe en las pasarelas a las modelos demasiado delgadas, bajo pena de 75,000 euros de multa y hasta seis meses de cárcel.
Y no es para menos. He vestido modelos con la columna vertebral sobresaliendo a través de su piel pálida y gris, he visto algunas desmayarse en fittings culpando a la menstruación (extrañamente la tercera de ese mes) y a muchas otras quejarse del hambre que tenían solo para, al final, permitirse comer la mitad de una manzana. Historias así, para regalar.
Están en el vórtice de una industria que, aunque ahora pretenda limpiar su imagen, sigue imponiendo un ideal de belleza enfermizo. Lo sabemos todos bien: la falta de representación de diversidad de cuerpos ha creado una dismorfia colectiva.
El problema se manifiesta tanto en evidencias obvias como los desfiles y la publicidad, como en señales más sutiles, como el lenguaje de las etiquetas. "Grande" y "extra-grande" se han convertido en adjetivos negativos que prácticamente te gritan "gorda", mientras que las "tallas únicas" o "standard", supuestamente diseñadas para todos los cuerpos, en realidad te dicen: aquí es donde debe lograr encajar el tuyo.
Por un lado, nos bombardean con eficientes ganchos de venta como “body positive”; por otro, las cifras cuentan otra historia. Según un reporte de The Fashion Spot, en las semanas de la moda otoño/invierno 2022, solo un 2,34 % del casting total de modelos eran de tallas plus. Una cifra que devela un esfuerzo a regañadientes de cumplir con la cuota de inclusividad, raspando. Y luego tenemos marcas descaradamente más categóricas como Saint Laurent, que promueven un ideal de belleza prácticamente anoréxico a-la-Kate Moss y no piensan cambiarlo, argumentando que el mito de la mujer Saint Laurent no permite incluir otros cuerpos.
Frente a estos dinosaurios de la moda, emergen rebeldes como Michaela Stark, diseñadora y artista subversiva que se autodenomina "That body morphing b*tch" (esa p*rra que deforma cuerpos).
Michaela juega con el cuerpo, su propio cuerpo: lo estruja y lo libera, saltando entre lo estético, lo incómodo y lo provocador, en todos los sentidos de la palabra. Resalta aquellas partes del cuerpo femenino que nos han enseñado a esconder, rechazando ceñirse a los estándares de belleza impuestos.
Se ríe en la cara de los gordofóbicos y trolls con una portada enVogue, colaboraciones con Beyoncé e, irónicamente, también con Victoria’s Secret (¿hola, wokewashing?).
Mientras sigamos en un mundo donde las mujeres y su apariencia están bajo constante escrutinio público, y la industria de la moda se resista a cambiar sus arcaicos estándares de belleza, yo agradeceré la existencia de mujeres como Michaela Stark, que inspiran e incomodan con su lencería y su piel; a Iskra Lawrence, desfilando con seis meses de embarazo en el Miami Fashion Week; a Ilona Maher, atleta olímpica de rugby y estrella de TikTok, posando en la portada de Sports Illustrated; a Winnie Harlow orgullosa de su vitiligo; y tantas modelos talla plus como Paloma Elsesser, Precious Lee, Ashley Graham y Jill Kortleve.
Todas ellas tienen en común una valentía que no debería ser necesaria: exponen sus cuerpos no normativos con la cabeza en alto, se apropian de ellos y de su narrativa, desafiando críticas por no encajar en un molde que nadie pidió.



💊 Fashion pills
Por fin lanzamos la guía Freelance en Moda. He creado una guía básica pero completa con todo lo que me hubiera gustado saber antes de lanzarme como freelance en moda. La idea es, en 10 puntos claves, ayudarte a lanzarte (o no), y en el camino, ahorrarte unas cuantos golpes. La puedes descargar aquí.
Un match de tenis (de aire) entre Federer y Zendaya, auspiciado por la marca suiza de calzado deportivo, On Running.
Vogue Italia 2005 y editoriales que ya no se suelen ver.
Upcycling. La diseñadora ucraniana Ksenia Schneider transforma el denim reciclado en prendas que imitan la textura de la "piel"
🌏 Está pasando esto …
Chiara Ferragni cierra su tienda principal en Milano, tras el escándalo del caso pandoro.
New York Fashion Week
Se estrena el mes de la moda con el New York Fashion Week. El desfile del que todos hablan: Alaia y su desfile en el Guggenheim. Otros que me han gustado: Off-White y Khaite.
Cotilleo. Lil Kim llega tarde al show de Christian Siriano y camina por la pasarela mientras las modelos desfilaban. Tremenda falta de respeto.
Fast-fashion
Zara lanza su colección cápsula “Into the Process”, una especie de fast-couture. No me queda claro el concepto, más allá de mostrar el proceso de fittings de una prenda y dar la ilusión de que se producen en un atelier, y no en una fábrica de condiciones cuestionables.
H&M elimina todo su contenido de redes, en un intento de "borrón y cuenta nueva" para marcar una nueva era, supuestamente alejándose del fast-fashion y acercándose al slow-fashion (¿es en serio?). “H&M siempre se centra en la gran moda”, dice el director de la marca. A ver, suena a otra estrategia de marketing vacía.
Uniqlo nombra a la ex-directora creativa de Chloé y Givenchy como nueva directora creativa. Otra jugada ya conocida de los retailers para distanciarse de la etiqueta de fast fashion. (Gap hizo lo mismo al nombrar a Zac Posen como DA en febrero de este año).
Las acciones de Nike sufren una caída del 20%. Este caso de estudio en formato thread de BrandGeek te lo explica muy bien.
September issues
Vogue México celebra su 25 aniversario destacando las trenzas como símbolo cultural, con Yalitza Aparicio, Karen Vega y otras mujeres mexicanas.
Gisele Bündchen espectacular en portada para Vogue Brasil.
Tilda Swinton y Julianne Moore protagonizan el último largometraje de Almodovar y la portada de Vogue España.
Vogue Filipinas nunca decepciona. Cultura e historia filipina a través del pelo.
❤️🩹 Comunidad
Di a leer esta edición a algunos amigos antes de publicar, y se armó un debate que quiero abrir por aquí también:
¿Nos hemos ido de las manos con el "body-positive"? ¿Combatir la obsesión por la delgadez mostrando cuerpos con sobrepeso realmente promueve salud?
Algunos opinaban que esos cuerpos tampoco son saludables y no deberían ser "normalizados".
En mi columna, lo que agradezco es la posibilidad de salir de la homogeneidad, de poder decir: mi cuerpo no normativo no lo escondo ni me avergüenzo de él por no encajar en un molde.
Me encantaría conocer tu opinión✨
Gracias por leer hasta aquí.
Nos leemos en la próxima edición.
Pia
Es un gran tema, porque la salud se asocia a la delgadez y está probado que no tiene nada que ver. Pero también está la idea de uniformidad que no da paso a contexturas diferentes. Hay personas que tienen una estructura ósea fina y otras más gruesa. Pienso que en ningún caso, debieran esconderse o hacer como que no existen.
Esto es tan real y es tan irónico sabiendo que no hay un peso que podamos conseguir para que el mundo esté realmente contento. Yo soy de complexión muy delgada (realmente me cuesta mucho subir de peso) y de todas formas he escuchado chistes sobre eso o destacado las partes de mi que no les gustan. Para este tipo de personas, el peso no es lo importante, sino "la perfección" y no habrá nadie que pueda alcanzarla.