Made in Australia
¿Qué pasa con la moda al otro lado del mundo?
La edición de hoy viene con mucho contenido 🌶️🔥
¿Qué sucede con la moda aussie?
Tu plataforma favorita de compra y venta de ropa multada por millones.
Anécdotas para reír y también llorar del mundo freelance.
Caso Dior: Destape de explotación en la moda de lujo
¿Qué está pasando con la moda australiana?
Hace unos días, Christopher Esber ha estado en boca de todos, y con razón. Acaba de ganar el prestigioso Gran Premio de la ANDAM 2024, y su éxito no es casualidad. Hasta entonces, la marca australiana de mayor renombre era Zimmerman, conocida por su estilo romántico y colorido de resortwear, del cual, francamente, no soy fan.
Esber aporta una frescura a la moda australiana, más en la línea de marcas como Dion Lee. Ha sabido reinterpretar la moda contemporánea, volviéndose el favorito de celebrities y la Gen Z a nivel mundial.
Desde que estoy en esta parte del mundo, en Bali, he tenido la oportunidad de colaborar y charlar con muchas marcas australianas: Sir, Zimmerman, Meshki, Significant Other y muchas otras. El dolor de muchas es el mismo: cómo conquistar mercados internacionales, específicamente el europeo. El aislamiento geográfico impacta en todos los sentidos.
Trabajar con este mercado ha sido toda una revelación a una industria que crece exponencialmente. Estos son los desafíos significativos que he identificado y que impiden su despegue total en el escenario internacional.
El Gran Aislamiento
Están en la otra punta del mundo, literalmente. Eso dificulta el acceso, incrementa los costos tanto de producción como de comercio, y reduce la visibilidad en los eventos de moda globales. Las posibles colaboraciones con otras marcas y artistas se complican. Producir localmente es carísimo, haciendo que el "made in Australia" sea un lujo difícil de costear. Las marcas de lujo recurren generalmente al "made in China" o "made in India", incluso "made in Bali", pero esto trae sus propios retos.
El Eterno Verano
La mayoría de las marcas se especializan en resortwear: ropa para climas cálidos, vacaciones y actividades al aire libre. El éxito internacional de Zimmerman refuerza esto. El resortwear limita su versatilidad tanto funcional como estética. Por eso marcas como Christopher Esber y Dion Lee aportan una bocanada de aire fresco a la industria.
El desfase de temporadas es un rompecabezas que requiere más inversión. Las marcas me piden diseñar estrategias de colección pensando en vender en verano para Australia y en invierno para Europa. Quieren conquistar ambos mercados, pero no saben por dónde empezar ni cómo: carecen de una dirección y estrategia de diseño clara. Están aislados también estéticamente.
Narrativa Cultural
Aquí es donde la moda australiana enfrenta un reto mayúsculo. Falta una identidad sólida. Londres es rebelde, anárquico, contestatario. Milán tiene personalidad, vibrante y expresiva como los italianos. París es elegante y “effortless chic”. No es solo ropa, es parte de la narrativa cultural del país, es su ADN.
La moda australiana es relativamente joven en comparación, carece de una historia profunda y una tradición arraigada.
Me gusta ver cómo diseñadores como Christopher Esber están demostrando que es posible competir a nivel global con propuestas únicas. Aquí van mis marcas favoritas que considero merecen la pena tener en la mira:
Dion Lee
Christopher Esber
Camilla and Marc
Albus Lumen
💊 Fashion pills
Esta campaña de Issey Miyake y su visión de crear prendas que se conviertan en la expresión individual de cada persona. Maravilla.
🌏 Está pasando esto …
Louis Vuitton es la marca oficial de las Olimpiadas de París 2024. La antorcha será llevada en un baúl insignia de la marca pero la noticia más importante sigue siendo que La Sena no pasa todavía los tests de sanidad (🫠).
Camper lanza en colaboración con Sorone un zapato de un solo lado que se adapta a cualquier pie.
Si eres cliente de Vinted, esto te interesa. Ha sido multada con 2,3 millones de euros por el tratamiento de los datos personales de los usuarios.
Time ha publicado su riguroso ranking de las empresas más sostenibles del 2024 y el tercer puesto lo ocupa la marca Moncler.
Balmain lanza en colaboración con Disney, una colección del Rey León inspirada en África.
De los creadores del greenwashing y el pinkwashing, aparece … (no sé cómo llamarle a esto). ¿En qué pensaba el equipo de Walmart?
🔪 Lo que callamos los freelance
Las anécdotas de esta semana vienen auspiciadas por Upwork (en realidad no, pero deberían). No uso mucho la plataforma, pero de vez en cuando caen proyectos interesantes por allí, y a veces también sucede esto:
Anécdota 1
Me contactan para pedirme un servicio y aparentemente Upwork es ahora una comunidad de altruistas.
Díganme, ¿es normal encontrarse con este tipo de (no) clientes? Solo queda reír.
Anécdota 2:
Hace unas semanas empecé a colaborar con una marca en un proyecto muy pequeño. Con cada entrega me pedían más y más, no por fallos míos, sino por su indecisión y falta de seriedad. Al cobrar por proyecto y no por hora, tuve que poner ciertos límites de manera amable y sutil. Su respuesta: una clase magistral de gaslighting. Básicamente, no quiso trabajar más conmigo porque "no podía confiar en mí", y yo le abrí las puertas de par en par. Error de principiante.
Lección de freelance #1: siempre especificar y detallar todo por escrito desde el principio.
🔍 Radiografía de moda
Bolsos de Dior de $2,780 hechos por trabajadores que son pagados de 3 a 4 dólares la hora.
El titular escandaliza y vende. Pero antes de seguir señalando con el dedo a las marcas de lujo creo que lo importante es denunciar todo el sistema la industria de la moda, y sí, tú y yo somos también responsables.
La situación es alarmante e inaceptable. Las marcas de lujo están, como dictaminan los juzgados en Italia, “fallando culpablemente” en la supervisión de sus proveedores. La verdad es que Dior, como muchas otras, está atrapada en una red compleja.
Después de años en la industria de la moda, trabajando con marcas de lujo y premium, y fabricantes en cuatro continentes, he visto todo tipo de estructuras y presupuestos. Créeme, algunas marcas realmente lo intentan e igual no es suficiente, porque con el sistema actual, es muy difícil asegurar una transparencia total en toda la cadena de suministro.
El verdadero problema
Las grandes marcas de lujo se perciben como los monstruos sin ética, y los pequeños diseñadores como la solución sostenible y de comercio justo.
Lamento romper tu burbuja, pero la transparencia es aún más difícil para las pequeñas marcas. No por falta de intención, sino por falta de presupuesto y poder. Muchos fabricantes subcontratan sus propias actividades, lo que significa que el bien confiado "Hecho en Italia" puede a veces significar "Hecho en Bulgaria" o "Hecho en China" sin que las marcas siquiera lo sepan.
Cuando asesoro a emprendedores de moda, tengo que traerlos de vuelta a la realidad cada vez que dicen que quieren ser éticos, sostenibles, asequibles y con inversión limitada. Con el sistema actual, esto es desafortunadamente prácticamente imposible.
Un paradigma insostenible
Sí, las marcas de lujo están fallando y deben hacerlo mejor. Tienen el presupuesto para hacerlo. Pero veamos la imagen más amplia: el paradigma insostenible de la industria de la moda: más temporadas, costos más bajos, más margen, más novedades. Cada jugador está exigiendo más.
La moda está haciendo lo mínimo indispensable, y el cambio real requiere un empuje colectivo no solo de las grandes marcas de lujo, sino de proveedores, diseñadores, minoristas, de nosotros como profesionales y como consumidores.
❤️🩹 Comunidad
Un poco de autobombo: Publiqué en Linkedin un extracto de la entrega de la semana pasada sobre el caso de Desigual y el equipo de marketing y contenido lo compartió en sus redes. Para esta humilde newsletter que recién empieza, es todo un logro que el contenido sea validado por la marca.
Periodistas de moda: Esta oferta para Modaes les puede interesar. Buscan periodistas senior con experiencia en economía.
Lectores latinoamericanos: Universo Mola busca practicantes en diversas áreas.
Gracias por leer hasta aquí.
Nos leemos en la próxima edición.
Pia