Los “salvadores” de la moda
Barbaridades del editor de Vogue, apropiación cultural y un manual pincha burbujas
En la edición de hoy:
Todo lo que NO se debe hacer al hablar de apropiación cultural y un manual para romper la burbuja para quién lo necesite.
Zara expande horizontes más allá de la moda.
La IA llega al mundo de los aromas.
Fermat.app lanza nueva herramienta de IA para estampados.
La marca indonesia que fusiona tradición con modernidad.
Una app que soluciona el “no sé qué ponerme”.
Les traigo cotilleo. En Perú (y parte de Latinoamérica) se ha armado un revuelo. Les resumo: una asociación de “moda sostenible” en Perú —sí, las comillas están bien puestas— organizó un evento patrocinado por Vogue México. En un panel sobre “apropiación cultural” decidieron sentar a una abogada experta en moda, una diseñadora y el editor de Vogue México. ¿Artesanos? No, gracias. ¿Para qué invitar a quienes realmente viven el tema cuando puedes llenar el espacio de miradas condescendientes y privilegio? (Nótese el sarcasmo).
Las declaraciones fueron... ¿cómo decirlo? Deplorables. Una joya tras otra. Aquí y aquí algunas de las mejores perlas.
La apropiación cultural es un tema denso, complicado y necesario. Se expande a muchos ámbitos, pero en la moda es especialmente polémico. Casos sonados no faltan: Givenchy y el “chola look”, Isabel Marant plagiando artesanías indígenas en Perú y México, y un largo etcétera.
Si no entiendes por qué la apropiación cultural es un problema —o, peor aún, piensas que es un cuento inventado por la generación de cristal—, aquí te dejo este podcast y este reel que lo explican mejor de lo que yo podría. Como no soy experta, vamos a hacer lo que hacemos siempre por aquí: desmenuzar lo complicado, soltar unas cuantas verdades y tratar de hacerlo digerible.
La columna de esta edición es en realidad una especie de manual para dummies. Compartánla con quién crean que la necesite, úsenla para sobrevivir debates en redes (siempre con respeto) o para añadirle un poco de picante a las cenas navideñas que ya se aproximan.
APROPIACIÓN CULTURAL PARA DUMMIES
Para salir de tu burbuja, reconocer tu privilegio y tener empatía sin morir en el intento.
1. Copia no es inspiración
Inspirarse no es calcar. No es replicar. No es tomar algo y venderlo como si fuera propio. Para “homenajear” una cultura, hay que hacerlo bien. Cuando he trabajado con artesanos, sigo dos principios básicos que, francamente, deberían enseñarse en primaria:
Pedir permiso. Si la respuesta es no, no se hace. Punto. Ni fotos, ni textiles, ni reinterpretaciones sin contexto.
Pagar lo que corresponde. Sin regatear. No es parte del trabajo negociarles, es escuchar sus necesidades y asegurar de que su trabajo reciba el valor que merece.
El trabajo artesanal suele estar infravalorado, y muchas comunidades ni siquiera saben cuánto deberían cobrar por su conocimiento. La responsabilidad está en reconocer su valor y pagarlo. Puntos extra si se logra hacerlo sin indignarse (al contrario de cierta diseñadora que no entendería esto ni con subtítulos).
Cuando no se respetan estos pasos, lo que ocurre no es colaboración, ni homenaje. Es apropiación, y sí, es un problema.
2. No son dibujos bonitos
Los símbolos culturales no son simples elementos decorativos: son historia, son herencia, son significado. A veces, son hasta religiosos. Trascienden lo estético Tomar un símbolo y convertirlo en un estampado de camiseta, no es creatividad; es borrado cultural.
La diferencia entre homenaje y apropiación está en el respeto.
En 2019, Gucci lanzó su “Indy Full Turban” por la módica suma de 790 dólares. La Sikh Coalition respondió: “El turbante Sikh no es solamente un accesorio de moda, sino que también es un artículo religioso y de fe. Usar falsos Sikhs/turbantes es peor que vender productos falsos de Gucci” .
3. Un intercambio no es justo si solo gana un lado
Ofrecer “expertise en diseño” a cambio de arte ancestral puede sonar como una colaboración noble, pero no lo es. No es un intercambio, es una transacción desigual disfrazada de altruismo.
Hay que entender las dinámicas de poder: no es lo mismo que una comunidad intente preservar su arte desde la marginación, a que alguien desde su privilegio lo romantice, lo explote y, de paso, se quede con las ganancias.
Admirar el arte pero elegir ignorar la lucha. Romantizar una historia ajena para recolectar aplausos y llenar la billetera. Es decir, un saqueo elegante.
4. Basta del salvador blanco
José Forteza dijo que los artesanos deberían “agradecer” a los diseñadores porque, de lo contrario, “se morirían de hambre”. También añadió, con esa condescendencia que solo el privilegio puede ofrecer, que “tampoco se pongan difíciles”. El editor de Vogue, señoras y señores.
Recordatorio de servicio público: el arte y los símbolos de una comunidad no necesitan que nadie llegue a "salvarlos" o “modernizarlos”. Estas tradiciones tienen un valor intrínseco. No necesitan reinterpretaciones ni el sello personal de un diseñador para ser importantes. Esa mirada es condescendiente, es insultante.
5. “Marketing cultural” no es inclusión
“Pero les da más visibilidad”, dicen. Claro, porque la visibilidad paga cuentas, preserva tradiciones y mejora condiciones de vida. Un homenaje real comparte ganancias, da crédito y genera beneficios para las comunidades que son la raíz de ese arte.
Dar más visibilidad mientras se lucra con su arte no es inclusión. El trueque emocional no👏paga👏cuentas.
6. Patrimonio cultural no es buffet libre
Ah, otra joya de Jose Forteza: “Los ancestros de toda la raza humana son ancestros comunes. Por eso una comunidad no puede pedirle cuentas a ella (la diseñadora), ni cuando yo, porque soy del caribe o de acá o de allá, estoy utilizando un signo estético, o una técnica, o un material de otro sitio … Patrimonio de la humanidad significa que es de todos”
No, señor editor. Que algo sea patrimonio cultural no significa que pertenece a todos los habitantes del planeta, ni siquiera a los que comparten la misma nacionalidad. Significa que debe ser protegido y valorado, para justamente evitar que alguien lo arranque de su contexto.
7. Nacionalidad no es cultura
“¿Cómo va a ser apropiación si somos del mismo país?”. Bueno, aquí va una aclaración bastante obvia: nacionalidad y cultura no son sinónimos.
Compartir el pasaporte no borra las desigualdades ni da derecho a apropiarse de lo que no es de uno. Compartir nacionalidad con alguien no significa compartir su historia ni su cultura ni su lucha. Pero parece que a muchos les falta un diccionario.
8. El privilegio invisible
Es fácil no notar las desigualdades cuando nunca se han vivido. Es fácil pensar que todo el mundo puede usar lo que quiera cuando nunca se ha tenido que luchar por una identidad, una cultura o un lugar en el mundo.
Reconocer el privilegio no invalida el talento, pero sí debería ser el primer paso para actuar con responsabilidad.
9. La historia la cuentan quienes la viven
No se puede narrar la historia de una cultura desde afuera sin caer en simplificaciones, omisiones o tergiversaciones.
Escuchar, aprender y respetar son los primeros pasos para cualquier intento de colaboración cultural. Porque las historias deberían ser contadas por quienes las llevan en la piel y en la memoria. Dejar que sean quienes la han vivido los que tengan la última palabra.
Como escribe
: "Solo se puede abordar la investigación desde la curiosidad y el respeto: haciendo preguntas en lugar de afirmaciones, escuchando en lugar de hablar".[ Píldoras ]
Penélope Cruz, 50 años, luciendo espectacular para Vogue Hong Kong.
Gisèle Pelicot en la portada digital de Vogue Alemania por el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Estuve conversando con Joan Tubau, en su podcast Kapita, sobre mi experiencia en moda, lujo y ser nómada digital.
[ Está pasando esto ]
Hablando de colaboraciones con artesanos, Dior se ha unido a Sara Flores, una artista shipibo-konibo de la Amazonía peruana, para reinterpretar su icónico bolso Lady Dior. Esta iniciativa es parte del proyecto Lady Dior #9, que reúne a 11 artistas de diferentes rincones del mundo.
Zara lanza una colección cápsula en colaboración con, nada más y nada menos, que Kate Moss.
DREST relanza su app con más de 260 marcas de lujo como Versace y Gucci, buscando combinar moda, gaming y e-commerce para competir con el éxito de Roblox.
Singles' Day en China (el 11/11) sigue rompiendo récords: este año alcanzó un GMV estimado de $197 mil millones, un 27 % más que en 2023. Es, oficialmente, el fenómeno comercial más grande del mundo y el mejor termómetro para entender hacia dónde van las tendencias de consumo.
Zara inaugura su primera cafetería en Madrid, Zacaffé. ¿Será que quieren expandir su explotación laboral a la industria hotelera y las plantaciones de café?
[ Innovación y Tech ]
La IA ha logrado que pasemos de transportar imágenes y sonidos a explorar el mundo de los olores. Osmo, una start-up tecnológica, ha desarrollado una herramienta impulsada por IA capaz de digitalizar y recrear aromas.
En la industria de la moda, ya se utiliza para identificar falsificaciones de zapatillas mediante su olor. En una prueba con 20 productos Nike, la herramienta alcanzó una tasa de acierto del 95 %. Basada en sensores avanzados y algoritmos de aprendizaje automático, analiza compuestos químicos volátiles para detectar diferencias sutiles entre productos originales y falsos.
Lo más interesante es su potencial a futuro: Osmo plantea la posibilidad de incorporar un "olor distintivo" como sello de autenticidad en productos premium. Imagina zapatillas, bolsos o ropa con una huella olfativa única o, en el caso de los perfumes, poder "olerlos" antes de comprarlos.
Esta tecnología no solo redefiniría el control de las falsificaciones, sino que puede añadir una nueva dimensión sensorial al branding de lujo y al comercio digital.
[ Marcas que enamoran ]
Tonton The Label
Descubrí esta marca hace poco, gracias a una amiga indonesia.
Esta marca de ready-to-wear femenino es el ejemplo de cómo reimaginar el legado cultural de un país desde una perspectiva fresca y contemporánea.
Celebra la herencia de Indonesia al reinterpretar técnicas tradicionales de trajes ceremoniales y folclóricos, combinando tejidos y prendas étnicas con cortes y siluetas inspirados en el menswear. No copia, honra e inspira.
Una fusión impecable de arte, modernidad y tradición, como un tributo sincero a su tierra.
[ Recursos ]
Fermat.app , la aplicación de IA para diseñadores (de moda, de interiores, de producto) ha lanzado una nueva herramienta para generar dibujos técnicos y visualizar prendas aplicando cualquier estampado.
Whering. Si sientes que siempre te pones lo mismo y no usas toda tu ropa, una amiga me recomendó esta app para digitalizar tu clóset, hacer styling y crear looks por adelantado.
Si quieres aprender más sobre apropiación cultural, te recomiendo el libro “Cultural Appropriation in Fashion and Entertainement” de Yuniya Kawamura.
¡Espero que toda la información, noticias y recursos te hayan sido útiles! Gracias por llegar hasta el final.
Nos leemos en la próxima edición,
Pia
Amé cada palabra de tu artículo. Me fastidió la cara de la diseñadora cuando dijo "¿Por que me niegas una cultura que es mía?" y tú bien lo dices, la nacionalidad no es lo mismo que cultura. Hay una línea bien delgada. En México tenemos a Luz Valdés, vlogger y activista que defiende a los artesanos mexicanos, los promueve en sus redes sociales y muchísimas veces ha sido acosada y hostigada por defender el derecho de los artesanos de cobrar un precio justo, por protegerlos del plagio. Ojalá allá afuera haya muchas más personas defendiendo la cultura de comunidades y pueblos indígenas, que entiendan que no son simples adornos "aesthetics"... Gracias, gracias, gracias <3
¡Muchas gracias por citarme Pia! Fantástico leer un artículo sobre este tema en Substack, muy necesario.